 Mundo ficciónIniciar sesión
Mundo ficciónIniciar sesiónStefan
El bufido fue lo primero que escuché, fuerte, irritado y tan característico de Morgan que no podía ser nadie más. Abrí los ojos un poco, con el maldito dolor de cabeza todavía retumbando por el whisky, y me encontré con una imagen que me dejó helado.Morgan estaba de pie frente al armario, con la espalda hacia mí, medio desnuda mientras se abotonaba una camisa. Una de mis camisas.Dios mío.La prenda le quedaba grande, colgando de su cuerpo de manera que apenas le cubría el culo. El cabello rojo estaba alborotado y se movía cada vez que ella hacía un gesto brusco, murmurando maldiciones por lo bajo mientras peleaba con uno de los botones. La piel clara de sus piernas era un contraste tentador con el oscuro material de la camisa, y yo simplemente me quedé ahí, observándola como un jodido idiota.—¿Disfrutando del espectáculo, Corsetti? —espetó de repente sin mirarme, con el tono ácido y afilado que tanto me divertía como me irritaba








