SABRINA
Al abrirlo, metí mis dedos dentro y extraje el contenido. Al tenerlos delante de mis ojos, comprendí por qué Piero estaba de aquella manera.
Eran fotografías mías… con Jason.
En la primera, ambos nos veíamos entrando al hotel Boulevard, donde pasamos la noche en cuartos separados por el mal estado de mi apartamento. La siguiente era de horas de la mañana, compartiendo el desayuno. Yo había tomado una mesa sola, pero él se tomó el atrevimiento de acompañarme, aún después de que le dijera que no.
Las otras… las otras no las recordaba a cabalidad, pero eran de ayer, cuando fui al bar de Tom y Jason se apareció. Ya tenía prácticamente la botella de vodka encima y realmente no podía traer a colación en mi mente, la secuencia de imágenes que estaba viendo en esos momentos.
Estábamos sentados uno al lado del otro, luego yo acariciaba su mejilla y él me tomaba del rostro. En otra tenía la cara muy cerca de la mía, aludiendo que me estaba por besar. En las siguientes tomas, estábamos a