PIERO
—Viéndolo desde ese punto, tal vez tengas razón. —Me vio con decepción por no haberle dado alas a lo que a leguas se notaba, comenzaba a sentir—. Pero, aquí lo único que importa es que tú seas feliz. Admito que ese hombre, a pesar de haberse comportado a último momento conmigo, no me termina de agradar, pero ese no es mi asunto, Danna. Al único a quien debes escuchar, es a tu corazón, luego lo demás se irá acomodando solo.
—Lo pensaré —susurró apenas y besé su frente.
Oímos la marcha nupcial que la orquesta comenzó a tocar y supe que había llegado el momento de tomar mi lugar.
Al mismo tiempo que lo hacía, Leo llegó apresurado, disculpándose y dándome un abrazo para ocupar su sitio tras de mí, junto con Lucio.
Respiré hondo cuando vi a sus amigas caminar lento hasta el altar. Fue muy emotivo que el hijo de Alina y la pequeña de Alison, recorrieran el camino en carriolas blancas, vestidos con ropa del mismo color y cada uno trayendo delante, sobre un pequeño colchón blanco, los a