Capítulo 62
La mañana comenzó con una calma inusual. El cielo estaba cubierto de nubes suaves, y el aroma a café recién hecho llenaba la cocina de los recién casados. Irina se preparaba con serenidad para su día, aunque por dentro su corazón palpitaba con ansiedad. Era el día de recibir los resultados de los análisis y hoy sabría si era compatible con su hijo para la operación.
— ¿Estás segura de que quieres ir sola al hospital? —preguntó Leone, apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
Irina se giró hacia él mientras se ajustaba los aretes. Llevaba puesto un conjunto beige claro que realzaba la elegancia de su presencia.
— Sí, Leone, estoy segura. Solo iré a recoger los resultados y prefiero hacerlo sola, sin más tensión de la necesaria.
— No quiero que estés sola — refutó él, acercándose y tomándola de la cintura— Es que yo también quiero estar ahí por si me necesitas.
— Y yo quiero que avances con lo del contrato de inversión con los japoneses,