Capítulo 18: Será más fácil que los niños te perdonen si creen que seguimos juntos
Diana había decidido esa mañana que le contaría a Alexander que Victoria era su hija una vez que se disculpara por su reacción
Pero todo había cambiado entre ellos y ella no lo iba a obligar a aceptarla.
Su trabajo pendía de un hilo y si le confesaba en ese momento lo de Victoria no sabía cómo reaccionaría.
Tal vez pensaba que le mentía para que no la despidiera o se sentía obligado a casarse con ella.
Se ganaría a los niños de nuevo, esperaría a que todo se calmara y cuando lo consiguiera hablaría con él.
Era necesario, no podía callarlo más y no por ella, lo hacía por Victoria.
Se merecía a su padre.
Lo que Diana había comenzado a sentir por Alexander no tenía nada que ver.
Salió del agua cuando se sintió limpia del todo y se dirigió al campamento para cambiarse de ropa.
En cuanto llegó, los niños la miraron con rencor y Victoria corrió a abrazarla.
—Te mojaré, peque, deja que me cambie y ahora te daré muchos besos.
—Solo quiere a su niña, nosotros no le importamos —murmuró Nathan.