Por más que quería pensar de manera lógica, no podía. Siempre me había asegurado que cada uno de mis empleados fueran lo mejor de lo mejor y en especial aquellos que estaban encargados de la seguridad de la mansión.
—¿Acaso ya han pasado otras cosas? Por un momento pensé que este era el primer atentado en la mansión Montessori.
—Qué más quisiera decir que no ha pasado más de una vez, pero te estaría mintiendo. Ya anteriormente había pasado algo en medio de una fiesta, en esa ocasión para mi desgracia falleció mi mejor amigo, Gianluca Grignani.
—¿Gianluca se encuentra muerto? —El rostro de sorpresa de Hassan fue evidente —¿Qué fue lo que pasó? Vamos, dime.
—Hubo una balacera, pero en esta ocasión los culpables pudieron huir. Lamentablemente, Gianluca perdió mucha sangre y terminó muriendo. Rocío se puso en un estado que me costó demasiado controlarla, pero por suerte lo logré.
—¿Ella siempre se pone nerviosa?
—Claro, y no es para menos, lo que me desconcierta de cierta manera es que te