Miré a Kany en el cuarto de cuidados intensivos, ella parecía simplemente dormida, pero las máquinas que la mantenían con vida eran algo que me decía que lo que pensaba estaba erróneo.
—No tienes que preocuparte, ella se encuentra con vida y eso es lo que importa. Ahora solo resta ser paciente y esperar que vuelva a nosotros.
—Espero que pueda salir de esto, porque no es justo que ella pague por los errores de otra persona. Sinceramente, no es lo correcto.
—Todo esto va a ser un amargo recuerdo, vas a ver que Kany saldrá de esta. Es una mujer muy fuerte y no se dará por vencida.
Tantas cosas iban tan bien, debía suponer que después de tanta calma iba a venir la tormenta y lo peor era que no lo había visto venir.
—Mateo…
La voz ronca de un hombre se hizo presente en el pasillo. Al ver en esa dirección, miré al padre de Gianluca. ¿Qué era lo que estaba haciendo aquí? No entendía su presencia.
—Señor Grignani —Mateo se sorprendió al igual que yo —. ¿Qué está haciendo aquí?
—He venido a h