27. CONVERSACIÓN EN EL RESTAURANTE
27. CONVERSACIÓN EN EL RESTAURANTE
VICTORIA:
Por un momento estuve tentada a soltar algo mordaz, pero no lo hice. No era el lugar ni el momento. Ricardo se limitó a sonreír, comunicando un aire de cordialidad distante que por momentos me desesperaba.
—Es una historia larga, señor Manuel —comentó al hombre corpulento, que se veía encantado con la improbabilidad de suelo romántico en nuestras vidas—. Pero sí, podría resultar más interesante de lo que ahora parece.
Esa frase, ambigua, fue suficiente para bloquear cualquier reacción rápida que pudiera hacer yo. ¿Qué quería decir con “podría resultar”? ¿Acaso estaba jugando conmigo, con todos?
—Bueno, ya Hortensia te está haciendo tus espaguetis preferidos, voy a ayudarla. —Luego se giró con una sonrisa e hizo una leve inclinación con la cabeza y una gran sonrisa. — Bienvenida a la familia, señora…
—Victoria Montenegro —me apresuré a decir, apretando la mano que me tendía.— El gusto es mío, señor Manuel.
Mientras el hombre se retiraba nuev