C99: Quédate conmigo, por favor.
Kisa observó con preocupación la manera en que el rostro de Royal se tornaba pálido, casi cadavérico, y notó un ligero temblor en sus manos. Era evidente que la conversación con Katherine lo había afectado profundamente. Sus ojos, normalmente decididos y agudos, ahora parecían perdidos, como si estuviera luchando por mantenerse en pie.
Con suavidad, Kisa le tocó el hombro, tratando de anclarlo a la realidad.
—Royal —susurró—. ¿Qué tal si vamos al sótano? No te ves nada bien.
Royal levantó la vista hacia ella, moviendo la cabeza de arriba a abajo.
—Sí, tienes razón. No me siento bien, será mejor que vayamos.
Sin esperar más, Kisa le pasó un brazo por la espalda para ayudarlo a caminar. Sus pasos eran pesados y Royal se apoyaba en ella más de lo que quisiera admitir. Mientras avanzaban por la mansión, ambos hicieron todo lo posible por evitar la sala principal, donde el árbol de Navidad y los demás de la familia se encontraban. Royal no quería que nadie lo viera en ese estado, vulnerabl