C195: Si tuviera la oportunidad, lo volvería a hacer.
El sonido de la puerta metálica al cerrarse hizo eco en la sala de visitas de la prisión. Kisa avanzó con pasos decididos, sintiendo el peso de la mirada de los guardias en su espalda. Frente a ella, sentada en la mesa con un aire de falsa tranquilidad, estaba Katherine.
Su exasperante serenidad, la forma en que sus dedos trazaban distraídamente la superficie de la mesa, la sonrisa ladeada que parecía más una burla que un gesto real… todo en ella le hervía la sangre.
—Vaya, vaya… —musitó Katherine, con una sonrisa burlona—. No pensé que vendrías a visitarme. ¿Acaso querías ver cómo me sienta el naranja?
Kisa la observó fijamente, sin dejarse afectar por su tono ligero. Luego, se sentó frente a ella, entrelazando los dedos sobre la mesa.
—Asumiste la culpa de todo —articuló sin rodeos.
Katherine se encogió de hombros.
—¿Para qué alargar lo inevitable? Las pruebas eran contundentes, y sinceramente, tampoco me interesaba pelear por mi inocencia.
Kisa frunció el ceño.
—Eso es lo que me so