A MERCED DEL DINERO. C177: Quiero comprobarlo por mí misma.
Incluso Lucas quedó desconcertado por la crudeza de lo que Marfil acababa de decir. Su rostro se tensó, pero no podía perder el control. No ahora, y mucho menos permitir que Marissa lo hiciera.
Ella giró de golpe, dando dos pasos más hacia Marfil, como si fuera a encararla de nuevo, tal vez incluso dispuesta a levantarle la mano. Sin embargo, Lucas lo vio venir y actuó con rapidez. Esta vez la sujetó con más fuerza, sin brusquedad, pero con una presión sólida que le dejó claro que no la iba a soltar.
—Por favor, Marissa —le rogó—. No te dejes provocar. Ven conmigo…
Ella respiró con dificultad, pero tras unos segundos de contención, cedió. Lucas la guió tras el mostrador, y juntos desaparecieron en dirección al área privada del local, dejando a Marfil sola… aunque no derrotada.
Lucas condujo a Marissa hasta una habitación al fondo del local, una especie de depósito reconvertido en área privada. Las paredes estaban cubiertas por estanterías repletas de cajas, utensilios de limpieza y ar