A MERCED DEL DINERO. C167: ¿A qué estás jugando?
El aire de la mañana tenía esa tibieza perezosa que solo se percibe en los días de rutina, cuando todo parece moverse en piloto automático, menos el corazón que guarda una inquietud. Lucas llegó al campus con paso sereno, aunque su mente ya iba a mil, anticipando la prueba que más tarde marcaría un punto de inflexión en su vida.
Apenas había cruzado la reja principal cuando sintió unas manos cálidas cubrirle los ojos por detrás. No se asustó, sino que tomó con suavidad aquellas manos y las descendió con una sonrisa, girando el cuerpo con un movimiento lento pero seguro. Frente a él estaba Marissa, con esa expresión traviesa en los labios, ese brillo pícaro que parecía inalterable cuando lo miraba.
Sin decir palabra, Lucas la saludó con un beso lleno de ternura, directo a los labios.
—¿Cómo amaneciste? —le preguntó él.
—Extrañándote —respondió Marissa, dejándose caer suavemente contra su pecho, rodeándolo con los brazos con una naturalidad que ya le pertenecía, como si supiera que ese