Nunca me he enamorado. Ni estoy enamorada de dos hombres al mismo tiempo. Tal presunción es una ridiculez que no tiene ni pies, ni cabeza. Pero si es así, ¿por qué me siento despechada de esta forma desde aquella fatídica mañana?
Ha pasado una semana desde que Damián no me dirige la palabra, y ha hecho lo impensable, mudar mi escritorio de su oficina. ¿Impensable? No lo es. Impensable es que esta tontería me afecte. Yo no le fui “infiel” a Damián con Dan. Para comenzar, ni le debía fidelidad.
A los únicos a los que le debía fidelidad, era a los Browns. A mí familia, y no estaba usando la información que Dan me daba de mala fe. Sólo era una herramienta para proteger a mi padre de Rowan. Con eso en mente, es que estoy citándome con el investigador con el que he estado trabajando. Lo invité a mi departamento para más privacidad.
—Sobre Marisella, ha sido más simple encontrar información. Como puedes leer, allí está un resumen de lo que pude averiguar sobre sus últimos meses de vida — exp