Capítulo: Sacrificio de amor.
Al día siguiente
Franco se levantó con determinación. Llevaba días recopilando pruebas contra María Ochoa, y finalmente tenía todo lo necesario.
Se dirigió a la comisaría con los documentos en mano, dispuesto a presentar una demanda formal. Cada paso que daba resonaba en su mente como un eco de justicia que no podía ser ignorado.
Al llegar, habló con varios conocidos en el departamento de servicios infantiles y la policía, buscando apoyo para asegurar que la pequeña Flor regresara a un entorno seguro.
Mientras tanto, en casa de Salvador, Alma intentaba mantener la calma. Había preparado un desayuno especial: panqueques dulces, huevos revueltos y fruta fresca.
El aroma llenaba la cocina, buscando reconfortar los corazones destrozados de Salvador y Flor.
—¡Mami Alma, me encanta esta comida! —exclamó Florecita, con una sonrisa que iluminaba el ambiente.
Salvador sonrió débilmente, tratando de ocultar su angustia mientras mordía un trozo de panqueque.
De pronto, un golpe en la puerta rompi