Capítulo 36 Nadie me hace a un lado
Lucas se levantó con prisa, el agua chorreando por todo su cuerpo, mientras buscaba una toalla para envolver su cuerpo musculoso. Carla contempló su figura con admiración, se le hizo agua la boca, su cuerpo estaba muy consciente de él.
Un calor hormigueante bajó por su cuerpo y se asentó con ardor entre sus muslos.
Esa es la rabia que la consumía por dentro. Aún le gustaba el maldito. Lo deseaba muchísimo, quería tenerlo encima de ella o debajo, no importaba la posición, incluso a gatas, pero el desagraciado ni siquiera volteaba a mirarla.
Si no hubieran estado juntos en una ocasión, pensaría que a él no le gustaban las mujeres, sino como podía ignorarla, ella era hermosa, estaba cien por ciento segura de su belleza y sensualidad. Entonces… ¿Por qué él no la tocaba? Él era un hombre sano, se preguntó que estaría haciendo para aliviar su deseo sexual, hasta ahora no le había conocido a ninguna mujer, tampoco lo había visto con una.
— ¡Maldito infeli