Capítulo 37 Emociones… muchas emociones
Más tarde, ese mismo día después de desayunar con Jennifer, Luca llegó justo a tiempo a recoger a Eleonor, su automóvil negro brillante destacando en la acera.
Un recuerdo calenturiento de lo que sucedió en el jacuzzi, vino a su mente cuando la vio venir caminando contoneando sus caderas. No podía dejar de pensar en eso y en la palpitación de su entrepierna.
Eleonor se sentó en el asiento a su lado detrás del chofer, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su pecho. Se mordió los labios, en términos prácticos no estaba haciendo nada malo, él solo la estaba llevando a la empresa. Tenía un pie lastimado. Realmente no podía conducir ¿Cierto?
Luca consideró amable de su parte preguntarle:
— ¿Estás nerviosa?
Eleonor miró sus ojos, aunque son intensos, son cálidos. Su mirada la hacía sentir frágil, femenina. Ella movió la cabeza en señal de negación, aunque no era cierto, y Luca se conformó con su repuesta y no siguió hablando.
El trayecto hacia Ro