Mundo ficciónIniciar sesiónStu salvó el peluche en el preciso instante en que la señora que limpiaba lo iba a arrojar a la basura. Suspiró aliviado. Melody dormía con ese delfín desde que tenía sólo unos pocos meses de edad, y ni él ni Jen habían podido regalarle jamás otro peluche que pudiera reemplazarlo. Cada vez que lo intentaban, Melody fingía dormirse hasta que quedaba sola. Entonces se deslizaba con sigilo fuera de su cama a recuperar su delfín, y a la mañana siguiente la encontraban dormida abrazándolo estrechamente. Al fin habían desistido, y decidieron coserlo, remendarlo y arreglarlo cuanto pudieran mientras pudieran.
Lo puso en la camioneta junto con los papeles y las otras cosas que precisaría esa mañana y dejó su casa con intención de pasar por la escuela de sus hijas antes de la hora de salida. Jen no debía haber notado la ausencia del delfín, pero si quedaba bajo llave hasta que él regresara en octubre, enfrentaría una tragedia en cuestión de días.
Se reunió a almorzar con Scott







