Mundo ficciónIniciar sesiónTres días libres. ¡Libres!
Hacía semanas que no teníamos un par de días seguidos sin horarios ni traslados, para hacer lo que quisiéramos. Habíamos dejado Concordia la tarde anterior para tomar por asalto un complejo de bungalows a orillas del Paraná, con serias intenciones de internarnos ahí a no hacer nada.
Después de tocar en media docena de ciudades en el interior de la provincia de Buenos Aires, habíamos pasado dos semanas en la provincia de Santa Fe. Junio había sido para Córdoba y Entre Ríos, que acabábamos de cerrar. Tucumán, San Luis y Mendoza nos esperaban en julio, y después…
—Sí, sí, al infinito y más allá —se reía Caló cada vez que Mariano pretendía explayarse en nuestro itinerario.
Amaneció un día radiante, una de esas mañanas frescas y luminosas de junio. Estaba tan lindo al aire libre, que todo el mundo decidió abocarse desde temprano a los preparativos del asado junto al río.
Cuando bajé a la cocina del bungalow,







