Mundo ficciónIniciar sesión¿Por qué no me duele?
No podía dejar de preguntármelo.
Tal vez era sobredosis de golpes bajos de la gente que más quería.
Tal vez cuando manda el orgullo, el corazón no acusa tanto el quiebre.
Tal vez…
No podía dejar de pensar en lo que dijera Beto. ¿Realmente pensaban y sentían todo eso? Walter no me importaba en absoluto, y Diego hacía muy poco que se había sumado. Pero, ¿él y Jero? ¿Cómo era posible que en cuatro años jamás hubiera detectado el menor indicio de que se estaban guardando tantas cosas negativas? ¿Cómo era posible que en cuatro años no hubieran dicho nada?
Y sin embargo, ¿eran realmente sus palabras, sus opiniones?
Si era así, había pasado cuatro años con dos desconocidos.
Y si no era así, también había pasado cu







