Mundo ficciónIniciar sesiónCumplí mi promesa y te llamé apenas me desperté. O sea, llamé al hotel. Y era obvio que en recepción no iban a molestar a uno de sus distinguidos huéspedes, así que no me comunicaron con tu habitación sino con Brian. Al parecer vos también habías cumplido tu promesa, la de irte a dormir, y todavía no terminabas de cumplirla. Así que le dejé mi número a Brian para que me llamaras cuando quisieras.
Una hora después le tocaba timbre a Jero y nos íbamos juntos a tomar el colectivo a San Telmo.
Llegamos pisándole los talones a Mariano y nos acomodamos con él en el área común, a esperar a Beto y al guitarrista, que resultó llamarse Walter Dorrego.
Era obvio que la salida de Mario y Elo, y la llegada de reemplazos, había dejado en suspenso el prolijo plan de dominio mundial que Mariano había elaborado para nosotros. Así que el nuevo plan era aprovechar las semanas que yo estuviera de gira para que los nuevos integrantes, fueran quienes fuesen, aprendieran sus partes y







