El viaje de vuelta a la mansión fue en completo silencio, la tristeza por dejar atrás su única familia la atormentaba, y aunque sabía que aquello fue para garantizar su seguridad no se sentía feliz después de todo ella y Evan habían estado juntos cuando todo se desmorono, cuando su madre murió y tuvieron que luchar por sobrevivir.

Por su lado Lucifer tenía una mezcla de satisfacción y enojo. Liana había elegido quedarse con él, pero su expresión de tristeza decía lo contrario. El quería borrar de su vida todo aquello que la ataba al pasado, todo aquello que pudiera hacerla dudar de estar con él, o tal vez traicionarlo.

—Pensé que era real lo que dijiste sentir —Le dijo al entrar a la habitación.

—Lo es —Respondió Liana con Seguridad.

—¿Por que esa tristeza entonces? —Reclamó.

—Es mi hermano Lucifer no puedes esperar que lo olvide y que actue como si no existiera —Lucifer negó.

—Ese hermano te trajo aquí....

—¡Tu se lo pediste!

—Él me robó y yo cobre eso. No me culpes