Eva le dio una palmada cariñosa en la mano y, con una expresión llena de alegría, agregó:
—Seré feliz, sea niño o niña. Y Marcus también parece feliz. Además, es el momento perfecto: los problemas de la familia Maxwell ya se resolvieron, atraparon al traidor, y ahora que estás embarazada, nadie tendrá más objeciones hacia ti. Dylan te adora, y eso me tranquiliza.
Rubí, aún un poco avergonzada, comentó:
—Yo tampoco esperaba quedar embarazada tan pronto…
Eva la animó con ternura:
—El embarazo es una bendición, aunque todavía eres joven. Lo ideal será que te apoyes en expertos que te guíen con la nutrición y el ejercicio adecuados, así, después de dar a luz, podrás recuperarte rápido gracias a tu edad.
—¡Mamá, aún es temprano para pensar en eso! —dijo Rubí, divertida—. Todavía no me hago a la idea.
Eva, sin embargo, insistió:
—No es tan temprano como crees. El tiempo vuela y pronto tendrás al bebé en brazos. Cuando te den el alta, tendrás que empezar a preparar muchas cosas: chequeos, bu