TANYA RHODES
Abrí un ojo solo para corroborar si ya había terminado de agredirme, cuando vi la mano de Noah sujetando la de ella por la muñeca. Odette volteó sorprendida, como si no se esperara que me fuera a defender, sinceramente, yo tampoco lo esperaba.
—Odette, cariño, ¿quién te crees como para venir a pedirme explicaciones y después querer golpear a Tanya? —preguntó Noah con ese veneno ponzoñoso en la voz.
—¿Cómo que quién me creo? —inquirió Odette ofendida, por fin soltándome para encararlo—. ¡Soy tu novia!
No pude evitar abrir los ojos con sorpresa. ¿Noah tenía novia? Busqué en su rostro la respuesta, pero so