Las manos de mi luna se aferran a mi pelaje. Su cuerpo sobre mi lomo es un fuego suave que me estremece, su intimidad rozándome como una promesa erótica. ¡Por los ancestros! Si no fuera porque la oscuridad nos acecha en este territorio hostil, si no tuviéramos que alcanzar la tribu antes del anochecer, le mostraría sin palabras cuánto deseo que se olvide de aquel infeliz que jugó con sus sentimientos.
Apenas mis patas tocaron el terreno llano, me lancé a correr hacia la tribu. El atardecer pinta el cielo y los primeros gruñidos y aleteos de las criaturas que dominan la noche, de este territorio, ya se hacen presentes. Siento cómo mi luna se aferra con más fuerza a mi pelaje, y gracias a mi oído, puedo distinguir el frenético latido de su corazón. No hay duda: los sonidos del bosque, cada vez más intensos, la ponen tan nerviosa como a mí, mientras nos abrimos paso entre la creciente oscuridad. "Tranquila, mi luna. Nada, absolutamente nada, te hará daño". La certeza resono en la conexión mental que nos une, un lazo inquebrantable forjado por ser almas gemelas. Mi luna susurró"Tengo miedo". Su voz temblorosa revelando la profundidad de su miedo. "Esto es demasiado para un solo día," concluyó mi luna. "No sé cómo llegué aquí, ni dónde están Naty y el guía. Estoy en un mundo que parece la Tierra, pero mucho más salvaje, lleno de peligros desconocidos a cada paso. Creo que hasta los mosquitos de aquí deben ser mortales para alguien como yo, que no soy de este planeta." Quiero darle todas las respuestas a las preguntas que la atormentan, pero yo mismo comparto algunas de sus incertidumbres. Aunque me frustra no poder ayudarla, al menos tengi la certeza de que no me rendiré hasta que mi luna este tranquila, a salvo y con todas las respuestas que anhela. Unos pocos kilómetros más y, por fin, pisamos el territorio de mi tribu Colmillos de Sangre. Los guerreros encargados del patrullaje de los límites se quedaron de piedra al verme llegar: una mujer montada sobre mi lomo, de todas las cosas. Mi reputación de ser reacio a la cercanía de hembras me rodea, y su asombro es palpable. "Alfa puedo ver que ya encontraste a tu Luna". La voz de Lyon me alcanzó justo cuando me detuve en la entrada de la cueva principal de nuestra tribu. Él esta sentado allí, como si nos hubiera estado esperando todo el tiempo. "Sí, ya la encontré, aunque parece que ya lo sabías, de ahí tu respuesta tan diferente hoy". Respondíe. Mi luna se deslizó de mi lomo, dejando un inmenso vacío al desaparecer el calor de su cuerpo contra el mío. Mientras que yo regrese a mi forma humana y me cubro con la túnica, una familiar ternura me invadió. Mi luna es tímida con la desnudez, y eso me gusta; poco a poco, la ayudaré a superar esa timidez para que disfrute al ver a su macho desnudo, porque cada parte de mí le pertenece por completo. "Mucho gusto, soy Lyon, el sabio de esta tribu. Espero poder ayudarte a comprender por qué estás aquí y a encontrar a tu amiga". Se presentó Lyon ante mi luna. Sus palabras no solo sorprendieron a mi luna, sino también a mí. A pesar de conocer los poderes de Lyon para anticiparse a los sucesos y su vasto conocimiento, sus habilidades nunca dejan de asombrarme. "El gusto es mío, soy Lyra Everhart". Respondió mi luna con una cautela evidente. "La verdad es que me gustaría mucho saber qué está sucediendo, porque no entiendo cómo llegué aquí y dónde está mi amiga". Volvió a hablar mi luna y en el tono de su voz sentí nervios. Es comprensible que la presencia de Lyon la intimide; ninguno de los machos de mi tribu, o más bien, ningún hombre lobo, es pequeño o delicado. Pero a pesar de sus nervios, Lyra los enfrentó con valentía en busca de respuestas, y eso es realmente admirable. "Vamos a mi cueva, Luna y Alfa. Ambos deben estar presentes, y no quiero oídos curiosos escuchando lo que no deben." Lyon habló, y mi Luna y yo asentimos al unísono. Sonreí; nuestra conexión, aunque joven, crece a cada instante. El trayecto a la cueva de Lyon duró solo unos minutos; su refugio, apartado de la cueva principal donde reside la mayoría de nuestra tribu, le ofrece el espacio, la privacidad y el silencio que necesita para sus profundas meditaciones, sus rituales y sus inescrutables quehaceres de sabio. Lyon tomo aire antes de empezar a hablar"Llegaste aquí porque tu amiga abrió un portal a nuestro mundo. Un mundo el cual es idéntico al tuyo, pero menos avanzado". Hizo una pausa antes de continuar. ''Ella logró hacerlo porque es una bruja. Aunque sus poderes no han despertado por completo, fue suficiente para crear esa conexión. Eso también explica su fascinación por el espacio, el tiempo y los portales: lo lleva en la sangre". Mi sorpresa fue en aumento al saber que la amiga de mi Luna es una bruja, y que ella misma lo desconoce. Me intriga cómo una bruja puese existir en un mundo que, se supone, carece de seres sobrenaturales. Pero entonces, la cruda realidad me golpeó: gracias a la inexperiencia de su amiga, mi Luna esta aquí, y no hay palabras ni tiempo suficientes para agradecerle ese fortuito accidente. "No entiendo"". Interrumpió mi Luna, la confusión evidente en su voz. ''¿Cómo que mi amiga es una bruja? Si es huérfana, como yo, y jamás ha dado señas de que vaya a salir volando en una escoba. Lo único 'raro' en ella es su admiración por otras realidades o vidas en otros planetas, así como los portales que mencionas. Pero nunca le di importancia; solo lo tomé como un hobby, algo que le apasiona, y siempre la apoyé, aunque no creyera en lo mismo que ella". La confusión se palpa en la voz de mi Luna. Al sentir su preocupación y la inmensidad de la información que la abruma, la atraje hacia mí. Tanta revelación en un solo día es demasiado para procesar; no permitire que colapse.