[SOFÍA]

Al día siguiente

La temporada nos dio una tregua inesperada. Después de Suzuka, después de las preguntas, de los titulares, de sentir cómo el mundo se metía en nuestra vida sin pedir permiso, el calendario se abre como un respiro: la próxima carrera no es hasta el 10 de abril.

Un espacio. Un silencio. Un tiempo que no teníamos pensado… pero que necesitábamos con urgencia. Y Francesco no lo duda. No lo anuncia con semanas de anticipación ni lo envuelve en discursos grandilocuentes. Simplemente, mientras Tiziano duerme y el café todavía humea entre nuestras manos, me mira con esa expresión suya que siempre significa ya lo decidí.

—Nos vamos —dice.

—¿A dónde? —pregunto, sonriendo, aunque algo dentro de mí ya lo sabe.

—A un lugar donde nadie nos busque —responde—. Donde no existan micrófonos ni horarios. Donde podamos ser solo nosotros… los tres.

No pregunta si quiero. Sabe que lo necesito tanto como él.

[…]

El viaje será corto, pero transformador justo lo que necesitamos. Italia