90. NO RENUNCIAR
[SOFÍA]
Al día siguiente: 25 de noviembre
Me despierto con la luz tenue que se filtra por las cortinas de la suite. El silencio me envuelve, solo roto por la respiración profunda de Francesco a mi lado. Está dormido todavía, con el rostro relajado, los labios entreabiertos y una mano sobre mi cintura. No puedo evitar sonreír suavemente.
Toda la noche he dado vueltas a sus palabras. Sus confesiones, su deseo de tener un hijo conmigo, esa manera tan intensa de mirarme que me hizo temblar hasta los huesos… No puedo sacármelo de la cabeza. Incluso mientras dormía, su voz parecía susurrarme: “Quiero todo contigo”.
Y mientras lo observo, una idea comienza a formarse en mi mente. Una que hasta ahora nunca me había permitido considerar. Mi trabajo en la escudería, mi carrera, todo lo que he construido… ¿vale la pena si no puedo tener este futuro con él? La imagen de nosotros juntos, libres de contratos y titulares, construyendo una familia, se vuelve más fuerte que cualquier miedo.
Respiro ho