47. VISITAS
[FRANCESCO]
La habitación está en penumbras. Apenas un hilo de luz se cuela por las cortinas mal cerradas y se refleja en su piel. Sofía duerme a mi lado, con el cabello desordenado enredado en la almohada, un mechón cubriéndole parte de la cara. Su respiración es lenta, profunda. Parece tan en paz que me cuesta creer que hace apenas unas horas estábamos en la pista, rodeados de ruido, cámaras y máscaras.
Yo no puedo dormir. No quiero. Prefiero quedarme mirándola. Grabar en mi memoria cada detalle: la curva suave de su espalda bajo la sábana, el leve movimiento de sus labios cuando suspira, la manera en que su mano se aferra a la mía incluso dormida, como si no quisiera soltarme nunca.
Cierro los ojos un instante… y entonces la imagino.
Sofía en mi cocina, riéndose mientras se pelea con la cafetera a las siete de la mañana. Sofía con mi camiseta puesta, demasiado grande para su cuerpo, bailando descalza en el piso frío.
La imagino en el paddock, pero no como ingeniera rodeada de hombr