43. ENTRE TANTA GENTE
[FRANCESCO]
Esa misma noche
La cena del equipo transcurre en un restaurante elegante, a pocos kilómetros del circuito. Las mesas largas están colmadas de platos, copas de vino y la algarabía de quienes viven un fin de semana de carreras como una fiesta.
Yo sonrío, brindo, dejo que los mecánicos me den palmadas en la espalda y que los ingenieros repasen una y otra vez la vuelta que me dejó segundo en la clasificación. A los ojos del mundo, soy un piloto satisfecho, un hombre con la mujer perfecta a su lado.
Sofía está sentada junto a mí, con un vestido sencillo que la hace brillar más que cualquiera de las luces del salón. Ríe con naturalidad medida, comenta con algunos compañeros de logística, incluso se deja sacar fotos con dos mecánicas que la adoran. La máscara es impecable. Si no supiera lo que late por debajo, me engañaría hasta a mí mismo.
Pero yo sí lo sé. Sé que cada vez que su rodilla roza la mía debajo de la mesa, lo hace sin querer y con mil cautelas. Sé que sus dedos se cr