[FRANCESCO]

Al día siguiente: 1 de noviembre

La mañana de clasificación arranca con un aire distinto, más denso que el de las prácticas. El paddock es un hervidero de flashes, cámaras, micrófonos, y nosotros somos el espectáculo principal.

Bajamos del auto oficial de la escudería y Sofía se engancha de mi brazo con la naturalidad exacta que ensayamos tantas veces. La ingeniera brillante y el piloto rebelde que encontró estabilidad. La pareja ejemplar.

Y nadie sospecha que, detrás de esa fachada perfecta, lo que mostramos como mentira… es la verdad más peligrosa de todas.

Los periodistas nos rodean apenas cruzamos la zona de hospitality. Preguntas, fotos, rumores. Yo sonrío, respondo con frases medidas, mientras Sofía mantiene su impecable sonrisa de medio perfil. Pero bajo esas gafas oscuras, yo sé que está alerta. Siempre alerta.

Cuando al fin logramos escapar hacia el box, el contraste es brutal. Afuera, somos portada de revistas. Adentro, estamos al borde del colapso.

El box es un