37. MIEDO
[FRANCESCO]
Al día siguiente: 30 de octubre
La mañana arranca densa, con una humedad pegajosa que se filtra incluso en los huesos. Las nubes cuelgan pesadas sobre el circuito como un presagio, como si el cielo supiera lo que se avecina. En el garaje, el aire está cargado de electricidad. Los mecánicos trabajan en silencio, enfocados, pero se siente. Todos lo sienten: hay algo raro, algo fuera de lugar.
Y ese algo tiene nombre: Serkan.
Desde que llegó al equipo como piloto de reserva, se ha movido como un depredador hambriento. Siempre un poco más cerca de lo necesario, siempre escuchando más de lo que le corresponde. Hoy está particularmente agudo. Observa, calcula, y se pasea por el paddock con la confianza arrogante de alguien que cree tener ventaja.
Mientras repasamos los datos de configuración para la sesión siguiente, noto que sus ojos no se despegan de Sofía. Ella mantiene la compostura —impecable como siempre— pero conozco ese gesto leve en su mandíbula, la forma en que aprieta