107. AUNQUE DUELA
[SOFÍA]
Al dia siguiente: 10 de diciembre
Usuhaia, Argentina
Han pasado más de dos semanas desde que llegué al fin del mundo. Y todavía me pregunto si alguna vez lograré sentirme en paz.
El sonido del viento golpeando las ventanas es lo único que me acompaña en esta cabaña solitaria. Mis padres están en Madrid, ajenos a todo esto, creyendo que necesito tiempo para descansar, para “ordenar mis ideas”. Si supieran la verdad… si supieran que no descanso ni un solo día desde que lo dejé, que cada respiración me cuesta, que cada mañana es una lucha contra la tentación de escribirle, de decirle que todo fue una mentira, que no lo traicioné…
Pero no puedo. No debo.
El teléfono vibra sobre la mesa. Una notificación más, otra noticia sobre Francesco.
Ya ni necesito abrirlas para saber lo que dicen. Los titulares se repiten como un eco cruel:
“Francesco Mozzi, soltero y más libre que nunca.”
“El piloto italiano reaparece en Mónaco rodeado de amigos y modelos.”
“La relacion entre Francesco Mozzi