Juliette entró a la sala de ensayo para preparar la coreografía que presentaría esa noche.
Uno a uno, repasó los pasos frente al espejo. Sin embargo, no lograba concentrarse en ello completamente. En pocas horas tendría que encontrarse con Stella Whote. Y aunque en más de una ocasión había intentado zafarse de aquella mujer, no lo había conseguido.
Ahora no sólo debía sostener la mentira de haber estado con Ethan, sino además fingir que tenían una hija en común. Una hija que no existía en realidad.
Cuando terminó de montar el número de su espectáculo como Afrodita, se cambió rápidamente de ropa y salió hacia el restaurante donde la implacable mujer la esperaba.
Al llegar, tomó asiento y pidió un café. Unos minutos después, Stella entró al restaurante, se sentó frente a ella sin siquiera mirarla y colocó sobre la mesa un sobre cerrado.
—Cumpliste con tu parte. Y yo cumplo con la mía —dijo con frialdad, empujando el sobre hacia Juliette.
—Imagino que esto es todo, ¿verdad?
—Ima