Jazmín entró al comedor. Ethan levantó el rostro al verla llegar:
—Buenas tardes —dijo ella retirando una de las sillas, más alejadas de donde se encontraba Ethan, para sentarse.
—¿Qué ocurre, Jazmín? ¿Por qué te sientas tan lejos? —preguntó él con el ceño levemente fruncido.
—Es mejor evitar comentarios y malos entendidos. —respondió ella aún de pie.
—Si lo dices por Alicia, ya hablé con ella sobre ese asunto —respondió Ethan—. Acércate, tengo que platicarte algunos asuntos.
Ella regresó la silla a su lugar y se acercó a él. Apenas se sentó, Jimena apareció con la comida, la colocó en la mesa y se quedó parada a pocos metros de ellos, como esperando algo.
Ethan alzó la mirada, incómodo.
—Puedes retirarte, Jimena.
La mujer asintió en silencio y se marchó hacia la cocina.
—¿Y cuéntame, cómo te fue? —preguntó Ethan con interés.
—No muy bien —respondió Jazmín con un suspiro—. Tuve un incidente en la tienda…
Comenzó a relatar lo ocurrido, mientras Ethan la escuchaba con atenc