Demuéstrame que me deseas

Kath vio como James entraba a la habitación arrastrando un mueble con ruedas y sobre él había un televisor.

Intentó disimular el horror que la recorría cada vez que se acercaba a ella, estaba loco.

Esa mañana no la había drogado y se encontraba más consciente de todo a su alrededor.

Todo en su cuñado indicaba que había perdido la cordura.

Se vestía como su esposo, intentaba hablar como él, la forma de peinarse, de caminar, era como si hubiera ensayado para usurpar su lugar.

—Mi amor, ¿cómo te sientes hoy? —le preguntó apenas entró.

Ella intentó que no notara el miedo que sentía cada vez que se acercaba.

—Cariño, tengo frío y me duele mucho la espalda —le dijo con una voz dulce—. ¿Por qué no me sueltas? Quisiera darme una ducha y cambiarme de ropa… Algo que me cubriera más.

—Pero mi amor —respondió primero con gesto de inocencia y después pudo notar como cambiaba a uno lascivo—. Anoche, cuando te dormiste después de tomar tu medicación, te solté, te llevé a la bañera y yo mismo te enja
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo