Punto de Vista Madison
Tomé la mano de mi esposo, y la apreté con fuerza, mostrándole mi apoyo incondicional, el hecho de que hubiéramos discutido en la mañana, no significaba que iba a darle la espalda, y menos en los momentos en los que él más me necesitaba, en ocasiones son necesarias ciertas discusiones en todas las parejas para poder desahogar los malos sentimientos, claro, y también para respirar un poco y limar asperezas.
—Madison —La voz de Maximiliano me sacó de mis pensamientos
—Dime mi amor
—¡Gracias!—Maximiliano se recostó en mi hombro y con su mano acarició mi mejilla
—¿Gracias por qué mi amor?
—Por ser esa mujer incondicional, yo sé que vivir a mi lado no es fácil, no solo por mi trabajo, también porque soy un hombre difícil, y esta mañana te hable horrible, quiero que me perdones por eso.
—No es necesario que te disculpes una segunda vez, pero si es importante que no se vuelva a repetir, por ninguna razón debes gritarme.
—Lo sé, me siento el hombre más miserable del