El hombre pasa rápidamente junto a Marina y sale del lugar, dejándola asustada. Ella busca a Víctor y lo ve al final del pasillo.
Camina con paso acelerado hacia él, y Víctor pronto nota que algo no va bien.
— ¿Pasó algo? — pregunta con voz cargada de autoridad.
— Un hombre acaba de amenazarme — responde ella, aún jadeando.
Víctor arquea una ceja, sorprendido.
— ¿Dónde está?
— Salió corriendo —explicó, intentando recuperar el aliento. — Pero él estuvo en la audiencia, estoy segura de que tiene que ver con el caso.
Víctor mira a su alrededor, buscando al hombre que Marina mencionó, pero como no lo encuentra, se dirige al guardia de seguridad del tribunal y expone la situación.
— Vamos a revisar las cámaras — dice el guardia.
Víctor deja su contacto y pide ser informado ante cualquier novedad.
Cuando llegan al apartamento, ya es de noche. Aunque está cansada, Marina va directamente a la cocina para preparar la cena.
— No hace falta que hagas eso, puedo pedir algo — sugiere Víctor, obser