Alerta de desencadenantes…
Tratando de sonar lo más tranquila posible, Andressa camina hacia el interruptor y enciende la luz de la sala. La claridad revela a Xavier aún sentado en el sofá, sosteniendo un vaso de whisky como si fuera un objeto de control. Ella deja el bolso sobre la consola con movimientos calculados, respira hondo antes de acercarse y sentarse a su lado.
— Hola, Andressa — dice él, rompiendo el silencio del lugar.
— No sabía que vendrías esta noche — responde ella, manteniendo la voz suave y una sonrisa discreta. — ¿Cómo fue la cena? ¿Te gustó la nueva novia de tu hijo?
Sin embargo, Xavier ignora por completo el intento de desviar el tema. Sus ojos se entrecierran mientras lanza con frialdad.
— ¿Dónde estabas?
El tono, directo y lleno de sospecha, hace que Andressa trague saliva. Percibe de inmediato que su humor está lejos de ser tranquilo. Aun así, mantiene la calma al responder.
— Fui a cenar a un restaurante cerca de aquí — revela, eligiendo con cuidado cada pala