Ya sentada en su escritorio, Marina aprovecha el raro momento de soledad para contener las lágrimas que amenazan con escapar. No logra comprender por qué Víctor es tan irritante e insoportable, incluso en los breves momentos en que están juntos. Parece decidido a hacer que cada segundo a su lado sea insoportable.

Marina sabe que él quiere que renuncie a su trabajo, pero no cederá tan fácilmente. Trabajar en una oficina de renombre como esa puede ser la oportunidad que cambie su vida. No puede permitir que Víctor ni nadie la impida alcanzar lo que desea.

— ¿Qué voy a hacer? — susurra para sí misma, sintiendo el peso de las circunstancias, presionando su pecho.

Tiene plena conciencia de que, si las cosas continúan así, será difícil soportar la convivencia con Víctor por mucho tiempo.

Mientras sus pensamientos la absorben, escucha pasos en el pasillo. Katrina le había entregado la agenda antes de salir hacia el tribunal con Rodrigo, y sabe que no había nada programado para esa hora. Conf