El corazón de Karen quiere salir corriendo fuera de pecho y dejarla abandonada con aquel asunto. Ella solo apretó los labios debido a la confusión y a la ira que despertaba el hombre que se mantenía muy cerca de ella, sus ojos recorrieron todo el lugar y al notar que muchos pares de ojos las observan y criticaban sin compasión, así que solo llevó la mano a la servilleta para limpiar el daño que había ocasionado.
—Lo siento mucho, señor— dijo ella con la voz temblorosa mientras que pasaba las manos por aquel pecho fuerte, aunque ahora estaba algo delgado. Ella abrumada veía la ropa manchada de uno de los socios de aquel lugar.
— «Ahora si me echaron»— pensó mientras que en silencio limpiaba aquella tela arruinada sin darse cuenta que sus cálidas manos estaban haciendo que el hombre tuviera un fuerte tirón en su ingle.
Gabriel al sentir que su buen amigo se levantaba y lo iba a hacer pasar una vergüenza cuando todos viera el bulto en sus pantalones, solo agarró las manos de la mujer p