Sigo la lista que había hecho en mi celular sobre lo que iba a llevar, la repaso una y otra vez como si se tratase de un examen, el tema del peso de la maleta siempre era un tema que odiaba.
—Espero que esto no supere los 23 kg de la maleta —digo para mí misma, hasta que me siento satisfecha con el resultado.
Minutos después finalmente estamos de camino al aeropuerto junto a Alan.
—El itinerario para este viaje, señor Elgoft es: Asistir a la reunión, asistir a la gala de bienvenida de la empresa que convoco la reunión, sus padres, lo convocan a la casa de sus abuelos, piden por favor que saque tiempo para ellos.
—Sí, está bien, organiza eso en mi agenda, si no choca con algo importante.
—Si señor.
Organizo su horario en la tableta de la empresa, continúo haciendo algunos arreglos para la semana en la que regresábamos a la empresa y las cosas que podíamos trabajar a distancia. La llegada al aeropuerto me deja con la boca abierta, era la primera vez que no entraba por la típica entrada d