Mundo ficciónIniciar sesiónScarlett no soporta a John, este tipo siempre la molestó desde que se conocieron en el colegio, después de un tiempo fuera, ella regresa a su entorno y, para su mala suerte, lo encuentra en la cena de navidad de su familia. ¿Que hacía él ahi? También tiene que enfrentarse al doloroso recuerdo del accidente de sus padres, porque siempre lo revive todos los inviernos. Un trauma de su niñez y una revelación confrontadas al mismo tiempo. Un invierno distinto, una navidad memorable, y un amor que a esperado por años. Y nada volverá a ser igual.
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- ¡Cómo odio el invierno! - No puedes odiar el invierno Scar, nadie lo odia, todo es fiesta, celebraciones, ver a la familia, ¡navidad! Todo lo habia dicho con una exagerada alegría y dio un salto, abriendo los brazos a los costados. - Eres demasiado teatral querida hermana, sabes que no me gustan estas fechas. A mi hermana menor, Dana, le encantaban las fiestas navideñas, supongo que como aún era muy pequeña cuando pasó lo del accidente de nuestros padres, no tenia ningún trauma asociado a estos dias, en cambio yo, era lo suficientemente grande para recordarlo. Subimos a su auto, un compacto donde apenas cabia mi maleta, habia ido por mi al aeropuerto, a pesar de no estar a mas de 20 minutos del lugar a dónde íbamos. - Lo siento, a veces olvido que tu viste todo. - ¿Sabes algo? Me alegra que no lo recuerdes. Llegamos a casa de mis tios para pasar las fiestas con la familia de mi madre, hacia algunos años que no venia, me habia mudado hacia un clima más cálido, además de dejar atrás lo obvio. - ¡Scarlett, por fin llegaste! Mi tía Gemma, hermana de mi madre, me recibió con los brazos abiertos, me atrapó entré sus brazos tan fuerte que me cortaba la respiración. - Tia Gemma. . .no. . . puedo. . . res...pirar. - Lo siento querida, - dijo soltándome - te hemos extrañado tanto. Me rei, era mi tia favorita, además ella nos crío a mi hermana y a mí después de que murieron mis padres. - ¿El tio Elias? - Lo envié a comprar algunas cosas para la cena. - ¿Con este clima? Cerré mi abrigo, ya no estaba acostumbrada a estas temperaturas y tenia mucho frío. - Entra ya o te enfermarás. La casa de mi tía olia igual que siempre, a galletas recién horneadas con un sutil toque de vainilla, aquí pasé los mejores años de mi vida, y tengo que admitir que tuve una infancia feliz. No fue hasta mi adolescencia que me convertí en un dolor de cabeza, porque mis traumas salieron a flote nuevamente y después decidí que ya no quería estar aquí. En cuanto tuve 18 años, me fuí a vivir con unos tíos en una ciudad de Florida, a orillas del océano y no habia regresado hasta hoy. - Dime cariño, ¿que tal el trabajo? - Bien tía, todo marcha bien. - Deberias venir aqui, recuerda que hay más periódicos en los que podrías trabajar, creo que desperdicias tu talento en ese lugar. - Tía. . . estoy bien, créeme, además esta ciudad va a masticarme y escupirme lejos, son demasiado exigentes. - No lo sabrás si no lo intentas. Puso sobre la mesa de la cocina una taza de chocolate caliente, aspiré el aroma y me encontré de nuevo en mis años escolares, cuando solo me preocupaba el niño que me molestaba en la escuela, que tiraba de mi cabello cada vez que me veia. El estúpido de John Anderson. Borré su odiosa cara de mi mente y saboree la deliciosa bebida. Mi tia, era un genio de la cocina, siempre pensé que podría hacer dinero si abría una cafetería o un restaurante. - Mira quien habla. - Nunca tuve el presupuesto para hacerlo cariño. La miré - ¿Y si lo tuvieras, lo harias? - Tal vez. - Mmm, que interesante. *** No me gustaba el frio, me hacia sentirme lenta, una noche en esta casa y ya no quería salir de la cama. -¡Tia Scarlett! Las voces de los niños me despertaron, Mia y Jonas, hijos de mi prima Lauren y Savannah y Sofia, de mi primo Lucien. - No, no, no, déjenme dormir - dije cubriendo mi cabeza con el cobertor. - ¡Anda tía, mamá y papá quieren verte! - Bien, bien, ya voy. Me senté en la cama, ellos aún estaban ahi, mirándome. - ¿Qué? - ¡Tienes el cabello alborotado! Se rieron y salieron antes de que pudiera alcanzarlos. La humedad habia hecho estragos con mi cabello, tenía estática, y las hebras se iba por todos lados como una corona. Tardé unos minutos para poder controlarlo, lavé mi cara y por fin sali de la habitación a encontrarme con mis primos. - Vaya chica, es bueno verte en vivo y no a través de una pantalla - dijo Lauren - Pues ya estoy aquí. La gran mesa de mi tía estaba decorada con un mantel con motivos navideños, obvio, de las paredes colgaban esferas con escarcha y en la sala habia un enorme árbol de navidad, que desprendía un olor intenso a pino. - ¡A desayunar, que hoy hay mucho que hacer! La fiesta de navidad era esta misma noche, y sabia que habria invitados aparte de la familia, aunque no habian querido decirme quienes eran. Ayude a mi tía en la cocina, junto con mi prima y su vecina de toda la vida, Elena, a la que también llamaba tia por respeto. - Esto huele muy bien, Gemma - le dijo. - Prueba esto. Con una cuchara le dio a un poco de pasta de chocolate para la cubierta del pastel. - Moka, que rico. - Es el favorito de Scarlett. Terminamos una hora antes, me escabulli a mi antigua habitación para asearme y arreglarme, y me puse un sencillo vestido rojo de mangas largas, medias negras y tacones negros altos, sujeté mi cabello negro en una coleta baja, con un maquillaje discreto. Traté de demostrar entusiasmo cuando bajé a la sala, algunos invitados ya habia llegado, pero me detuve al pie de la escalera cuando lo ví. Era el objeto de mis pesadillas. Mi enemigo acérrimo. El estúpido de John Anderson. . .JOHN Me desperté de madrugada, la ansiedad podía conmigo.¿Qué más podría decirme el doctor que no supiera ya?Iba a morir, tal vez de una forma lenta y dolorosa.Scarlett me había pedido que siguiera adelante pero. . . yo ya no podía. Solo quería disfrutar de mi familia por el tiempo que me quedara.Los brazos cálidos de Scarlett me envolvieron.- ¿Que pasa?- murmuró.- No puedo dormir.- Yo puedo ayudarte.Subió sobre mi cuerpo y comenzó a besar mi cuello, atrapó mi oreja y tiró suavemente, sabía que eso me excitaba.- Scar. . .- Shhhh, déjame a mí.Su ropa voló por la habitación, y tomó mi miembro que ya estaba listo.La ayudé un poco quitándome la ropa.Y, como la maestra que es, descendió sobre mí, lentamente. Dejé de pensar, solo disfruté la sensación de estar dentro de mi amor, de volvernos uno y de amarnos sin condiciones.*****- Pasen, pasen, - dijo el doctor- lo siento John, hay que repetir todos los estudios, los equipos fallaron y estaban arrojando resultados erróneos
SCARLETT Había mucho ruido, voces, afuera principalmente. Al levantarme me asomé por la ventana. Vi a John, Lucien, y mi sobrino Jonas, que ya era todo un adolescente, limpiando la entrada, apartando la nieve con palas, llevaban gruesos abrigos, gorros y bufandas. Mi tia ya estaba en pie, repartiendo café para los invitados que se preparaban para irse, después de la noche de tormenta. - Tía, ¿porqué no me despertaste? - John me dijo que no lo hiciera. Negué con la cabeza, siempre cuidándome. Después me puse un abrigo y salí a donde estaban. - Toma cariño. Le ofreci una taza de café caliente, y también a mi primo Lucien. - Gracias amor. - Estaré adentro. Me sonrió, me di vuelta para irme pero me giré de nuevo y de pronto lo vi desvanecerse, cayendo sobre la nieve. -¡John! Corrí a su lado, estaba pálido y sudoroso, a pesar de la nieve que lo rodeaba. Había una mancha café sobre su ropa. - Lucien ¡ayúdame por favor! 'Esto no puede estar pasando, no hoy, por favor' - me
JOHN El doctor Stein me llamó, Scarlett había salido con Ruby a comprarle ropa nueva, asi que aún no se habían enterado.- Voy ahora mismo doc.Subí a mi auto, y conduje hasta la clínica.Fueron los diez minutos más atemorizantes de toda mi vida.Caminé decidido por los pasillos hasta el consultorio y toqué a la puerta.- Pasa, John - escuché.Me señaló la silla frente a su mesa.Tecleó algo en su ordenador y después una impresión de los resultados salió del aparato.- No es nada alentador - comenzó - has estado en remisión por mucho tiempo, jamás creí que volvería.- ¿Que tan grave es?- Es el más agresivo, debemos empezar con el tratamiento de inmediato y . . .- No.- Mira John, ya lo has superado antes, seguramente volverá a ser igual.- No, doc, entienda que ya no quiero hacer pasar a mi familia por esto de nuevo, las sesiones, el mal humor, el desgaste físico por el que tendrían que pasar, no quiero nada de eso.- Es tu decisión John.- Lo sé.- Has sido un excelente paciente.
SCARLETT Una violenta ventisca de había desatado, después de que john partió por Clare.No estaban a mas de diez minutos, lo que me causó ansiedad al ver que ya habia pasado mas de media hora.Lo llamé, pero solo saltaba el buzón de voz.Las luces comenzaron a parpadear, el viento afuera arreciaba.-'¿Dónde estas John?'- Scarlett, hija, ayúdanos, sacaremos las velas, por si acaso.- Voy, tía.En la mesa de la cocina habia muchas velas, siempre teniamos en la alacena desde que yo lo recuerdo, porque a veces, por el mal clima, se cortaba el suministro.El viento azotó las ventanas.- ¿Aún no hay noticias de John?Me preguntó con cautela.Solo negué con la cabeza.Y entonces las luces se apagaron.- Por favor amigos, tengamos calma, vamos a usar algunas velas, no queremos que nadie se arriesgue ahora para salir, podemos hacer espacio para que puedan quedarse.Mi tia y mis primos salieron de la cocina con las velas encendidas, si no fuera por el desastre afuera, diría que se veía bastan
JOHN Estaba acostado, experimentando la calma antes de la tormenta, con mi mujer, abrazada a mí, buscando mi calor, como siempre. Mi mente se debatía entre el despertar y la somnolencia, por la increíble noche de sexo que habíamos tenido. Solo que no habia podido explayarme todo lo que quise, estar en una casa que no te pertenece, donde cualquiera puede oír los gritos de placer, me cohibieron un poco. - Mmm, buen dia cariño. Ella besó mi cuello y su mano se deslizó hacia mi bulto inerte, frotándo, tratando de estimularlo. - Buen dia amor, ahhh, no creo que este disponible esta mañana, realmente esta agotado, además tu hija va a entrar aquí en cualquier momento,¿acaso no tuviste suficiente? Abrió los ojos, su cabello despeinado enmarcaba su rostro. - No de tí, ya no voy a conformarme, te lo dije. Me levanté y corri hacia la puerta a colocar el seguro y de nuevo me abalancé sobre ella. - Eres una traviesa, no conocía ese lado de tí. Empece a besarla, comencé por sus labios,
SCARLETT - ¡¡Vamos, vamos perezosa!!- Ya. . .basta. . .no puedo. . .Me senté en una banca, mis pulmones estaban a punto de explotar.- Detente. . . John. . .por favor. . .Mi recuperación habia sido tan exitosa, que ya estaba corriendo por central park.La rehabilitación habia sido dura y larga, por varios meses, y John. . .seguía apoyándome, igual que tia Gemma y Clare.Ruby era la niña más feliz del mundo, porque de nuevo podiamos jugar y correr.Ese día, John y yo decidimos salir a correr, el dia era perfecto, no hacía calor, más bien el clima estaba templado.- Dejame descansar un momento.- Ten - dijo ofreciendome agua de una botella - terminaré la vuelta y volveré por tí. - Si. . .ve - dije con desgano, animándolo a continuar.Resoplé, ¿que sentido tenia correr? Yo solo queria sentirme viva, pero esto, era muy extremo para mí.Me giré y puse la botella sobre la banca, me recosté y vi a John a la distancia, aún tenía un maravilloso cuerpo, lo había constatado unos meses atras





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