Una espera que desespera.
Después de haberme desestabilizado y que amablemente Val ordenara que junto a Nicco en su habitación, me cuestiono todo lo que ha pasado.
¿Qué habría pasado si no la hubiera llevado ese día y la mantuviera bajo mis sábanas?
¿Habría sido distinto si me hubiera quedado con ella y la acompañara?
¿Qué pasaría ahora con nosotros al saber la verdad de Gia?
¿La dejaría de amar o la amaría menos?
Todos estos días han sido así, despierto, me levanto, me preocupo por Nicco y luego me vuelvo a acostar, sin saber absolutamente nada de esa mujer que se robó mi corazón prestado.
Llevamos cuatro días, noventa y seis horas, cinco mil setecientos sesenta minutos y no sé cuanto calculado en segundo que no tengo ninguna noticia de mi ahora proclamada y verdadera mafiosa.
Lo peor de todo fue cuando Nicco despertó, tuvimos que mentirle y decirle que aún no era el momento de tener visitas, pero hoy fue la gota que derramó su pequeño vaso y tengo a Vannah sentada junto a él explicándole de la mejor forma p