Ese no es su problema, doctor…
—Doctor, doctor, ¿me está escuchando? — me habla la chica frente a mí y yo sigo mudo. Reacciona idiota, reacciona.
—Perdón, señora…—hago el ademán para que me diga su nombre y ella me mira con cara de ¿qué mierda? así que mejor sigo hablando— su hijo esta estable, le aplicamos esteroides, calmantes y seguirá intubado hasta que pueda manejar mejor la tos, pero tranquila, se recuperará.
—Oh, muchísimas gracias, doctor. No sabe lo asustada que estaba, sus crisis están siendo más seguidas y los fármacos no están funcionando— me dice apesadumbrada y con los ojos aún llorosos.
—Señora, ¿le puedo hacer una pregunta?
—Por supuesto, doctor. Que haya salvado la vida de mi príncipe lo hace una persona muy importante para mí. — wow, que lindo me habló, será que se enamoró de mi como… ¿qué mierda Nathan? ¿de qué hablas? Vuelvo a mi postura de médico y me animo a preguntar.
—¿Por qué no han operado a Nicola? — su cara cambia drásticamente y en sus ojos veo un dejo de