Buenas noches, mi preciosa mafiosa...
Saber que los exámenes de Nicco están bien y que su estado es propicio para su operación me quitó un peso de encima.
No me inmiscuí en la conversación que tenía Val con Gia, la dejé que fuera con ella a su consulta y vieran los pormenores de todo, ya hablaría con Val para que me mantuviera al tanto de todo. Tenía que darle su espacio, si Gia me hacía participe de todo también era un gran paso en lo que quería construir con ella y Nicco. Eso era lo mejor.
Una vez que me cercioré de que Nicco comió su desayuno me fui a mi consulta, hoy sería otro día pesado en el hospital.
Atendí a cada uno de mis pacientes, pero de vez en cuando miraba hacia la puerta esperando. Algo que no sucedió sino hasta tarde en la noche.
-Doctor, ya me voy. La mamá de Nicco acaba de llegar y me ha pedido verlo.
-Gracias, Ágnes. Te puedes retirar y dile a la señorita Piaggio que pase por favor.
-Sí, doctor y buenas noches.
-Que descanses, Ágnes y dale mis saludos a tus hijos.
-Se los daré.
Ágnes salió de la consu