Justo cuando quise huir, Aiden, Noah y Páter, estaban atrás de mí — Mary — escuché decir a Páter con su acento ridículo y forzado.
— Ahora qué quiere, por qué me persiguen — grité enfadada porque lo que menos quería era hacer un show ahí. Sé que Ana me estaba observando impávida, no era fácil para ella verme acompañada de esos hombres que a simple vista uno podía darse cuenta de que eran millonarios.
— Mary — dijo con la voz temblorosa — Por cuidar el prestigio del hotel no aceptamos este tipo de discusiones dentro — agregó nerviosa
— Te das cuenta, vete de aquí — le grité a Páter
— Eduardo, necesita verte — dijo ya en voz baja
— Acabo de verlo, y ha dicho que es demasiado tarde, así que se quede con su tiempo perdido y su pasado, yo ya me harté — le dije intentando no gritar
— Mary, por favor — repitió Ana, así que caminé hacia afuera, ellos me siguieron
— Qué quiere ahora — volví a preguntar
— Solo acompáñanos, en verdad es lo último que va a suceder, es la decisión final — contestó