Capítulo 8
Nara toma un taxi de forma apresurada y llega a su casa antes de media hora. Había escogido ese departamento entre los que le ofreció el hermano de Lina precisamente porque quedaba cerca de su propia casa. Lina está sentada en el sofá con Andrea en brazos. Indudablemente, si había alguien en este mundo que quisiera a Andrea además de ella, esa era Lina. Incluso Nara había llegado a creer que la quería tanto que podría malcriarla más de la cuenta.
Andrea corre hacia Nara en cuanto la ve. Nara la levanta del suelo y la aprieta entre sus brazos.
—Qué bueno que llegaste —le dice Lina poniéndose en pie—. Por más que intenté, no conseguí que se durmiera.
—No te preocupes, gracias por cuidar de ella —le responde Nara.
—Las dejo, necesito dormir —dice Lina saliendo del departamento de Nara.
—Ma —dice la niña cuando se sienta con ella en brazos—, ¿estás tan ocupada por mi culpa? —pregunta. Andrea es muy inteligente. Sabe que algo en sus vidas cambió desde que comenzó a ir al doctor.