Capítulo 76
Toda la alegría de Marco se desmoronó en el instante en que vio a Eva de pie bajo el escenario. Su rostro, antes sereno, se contrajo con odio y furia contenida. Aquella mujer había sido su mayor amor en el pasado, pero también la que lo había destruido al abandonarlo sin explicación. Había buscado respuestas, pero Eva se ocultó tan bien que hasta él, con todo su poder, fue incapaz de hallarla.
El día en que ella lo dejó, Marco enterró la fe en el amor sincero. Lo consideró un sentimiento débil, innecesario. Se juró nunca volver a caer. Pero entonces apareció Nara… y ella le enseñó que todavía había algo que valía la pena rescatar.
—¿Qué demonios viniste a hacer aquí? —gruñó Marco, bajando del escenario. Su voz retumbó en el salón mientras se acercaba a ella. La tomó con fuerza del brazo, y su mirada helada recorrió el lugar —. ¿No tienes vergüenza? Apareces, desapareces y ahora irrumpes aquí… ¡lárgate antes de que te saque a la fuerza!
Los invitados se miraron entre sí, es