Capítulo 30
Carlos entró al lobby del grupo Rossy viéndose molesto, se acercó a la recepción y exigió de forma bastante descompuesta ver a Marco. A pesar de la negativa de la recepcionista, que le explicó que sin cita no se podía ver al señor Rossy, él siguió pidiendo verlo.
—Como ya le expliqué, la agenda del señor Rossy es demasiado apretada, a menos que tenga una cita no lo puedo dejar pasar.
—Deja de hablar estupideces —le grita Carlos. Todos se detenían a ver el escándalo que había allí—. No me interesa qué tan ocupado esté, dígale que su cuñado está aquí para verlo.
La recepcionista, sin saber muy bien qué hacer, le avisa a Daniel. Este baja de inmediato para rescatarla y detener el escándalo. Cuando llega, ve a Carlos hablándole de forma superior a la mujer, que ya no sabe qué decirle.
—¿Qué está sucediendo aquí? —Carlos se voltea. Cuando ve que no es Marco, pierde el interés, hasta que una de las chicas de la recepción le deja saber que es el asistente personal de Marco.
—Llév