Jayden sentía que su corazón latía de una manera desenfrenada, había rechazado el agua que Zinnia le había ofrecído para calmarse, incluso ignoraba las palabras de su doncella en un intento de calmarlo. Se sentía desesperado, se sentía temeroso, tenía miedo de que su esposo lo odiara, que incluso sintiera asco por él.
Había mantenido el hecho de su abuso en secreto, por miedo a que Aleksander lo odiara, incluso que la familia Románov, a la cual estaba comenzando a querer lo odiara.
Jamás se había sentido tan querido y tan amado en un lugar, como lo hacia en la Villa Bogdan, y como lo hacía la familia Románov. El omega había encontrando cariños que jamás pensó conocer, sobre todo el cariño de una madre, un hermano mayor, un amigo, un confidente, una hermana, y sobe todo un esposo.
Daba vueltas y vueltas por toda la habitación, mientras su corazón latía Conn fuerza, y su respiración se aceleraba. Si seguía así, su corazón volvería a doler, y no quería eso. Pero esta noche había teni