Camino de un lado a otro,no puedo aguantar la angustia por no tener información de ella me desespera. Mi celular no ha dejado de vibrar en la última media hora.
Tomo asiento nuevamente en la sala de espera tratando de mantener la calma. Desde que la ingresaron a emergencia no ha salido siquiera una enfermera.Justo en este momento me encuentro analizando las palabras que alguna vez le escuché decir a mi amigo sobre que la espera desespera, pero a mi me tiene al borde de un colapso.
De repente las puertas se abren y veo salir a una enfermera que con una cálida sonrisa me tiende una tabla junto con unos papeles.
—Necesito que llene los datos de su esposa.
—¿Cómo se encuentra ella? —son mis primeras palabras tomando los documentos que me entrega.
—Se encuentra bien, es lo único que puedo decir. Dentro de un rato
—¡Lo siento! —se disculpa la enfermera—. Nofue mi intención interrumpir.—¿Acaso no la han enseñado a tocar la puerta? —la fulmino con la mirada.—Lo siento señor. —se disculpa nuevamente con voz entrecortada a punto de llorar.Hago el amago de hablar, pero una pequeña mano se aprieta a mi brazo para hacerme voltear.—Dejala, no fue su culpa. —dice con una voz tierna—. Podrías dejar de ser tan imbécil —me da un pellizco.—Auch. —me quejo a causa del dolor—. Aveces pareces bi
Chantal—¿Se puede saber qué fue todo eso? —le reprocho a mi amiga—. No quiero que te vayas a ir por la tajante, así que habla de una vez.—creo que la pregunta está de más Chantal. —pone los ojos en blanco—. ¿Acaso no te diste cuenta de que me besó sin mi permiso?—Pero mucho que te encanto, hasta le hiciste un cumplido.—Bueno… Después de todo no besa mal. —sonríe con picardía—. Lo hice porque es un abusador. Casi nos atropella y luego viene y hace lo que ya sabes así sin más. No entiendo qué estaba pensando, ¿sera que es un idiota?
—¿Te pasa algo cielo? —pregunta mi padre intrigado achicando los ojos.—Hem…, no pasa nada papi. —trato de mantener la calma para no entrar en desesperación y se den cuenta de mi nerviosismo—. En un momento regreso —camino en su dirección para arrastrarlo a un lugar un poco más privado, pero mis intentos son infructuosos cuando la voz de mi madre me detiene abruptamente.—No seas maleducada cariño, invita a tu amigo a comer con nosotros. —dice con voz dulce—. Adelante caballero.—No quisiera interrumpir su almuerzo, solo…Es interrumpido por la voz de mi padre.
«Quémame en tu infierno»—Entonces quemate principessa. —separa sus labios de los míos.Me estremecí al escuchar sus palabras, por un instante creí que lo había pensado, pero al parecer mi subconsciente me traicionó y terminé diciendo en voz alta mis deseos. Reacciono al tener en cuenta lo que puede pasar si seguimos así.—¿Qué haces en mi habitación? —me separo de su lado poniendo distancia entre nosotros.—Solo estaba buscando el baño. —sonríe con malicia—, pero creo que me perdí.—¡Oh! v
Bastian«Satisfecho», así es como me siento al ver la incertidumbre en su mirada. Ha de estar preguntándose mentalmente qué tanto he hablado con su padre y sobre todo el tema. Pero ese es un asunto del cual ella se va a enterar a su debido tiempo. Por más que quiera saber, ni su padre le va a dar esa respuesta.—Bueno, para mí fue un verdadero placer haber compartido con ustedes. —Me despido porque, por más que quiera acompañar a los señores a visitar la panadería, se me hace imposible, pero un rato de estos le voy a dar la sorpresa de su vida—. Lamento no poder acompañarlos hoy, pero el deber llama.—No te preocupes, m
Chantal —¿Estás segura de lo que estás a punto de hacer? —pregunta mi amiga Daleska suplicando con sus ojos para que recapacite—. Luego no habrá marcha atrás y sabes que… No dejo que termine de hablar, sé perfectamente las consecuencias que va a traer mi decisión. —Aunque no lo esté, sabes que es lo mejor en este momento. —poso mi mano sobre su hombro para tranquilizarla. —Está bien, sabes que puedes contar conmigo en todo momento. —resopla antes de hacerme entrega del bolso—. Te estaré esperando en el parque, puedes tomarte todo el tiempo que necesites. Asiento con un ligero movimiento de cabeza. Giro tomando con fuerza el pequeño bolso y sin nada más que pensar toco el timbre. Al poco rato se abre la puerta y me recibe una señora un poco mayor. Al ver que soy yo inmediatamente se hace a un lado para darme paso. —Creía que te habías arrepentido. —espeta mientras cierra la puerta—, sabes que aún te puedes retractar de lo que estás a punto de hacer cariño. «¿Será que podrían pon
Chantal Despertar por los rayos solares que se cuelan a través de la ventana y el sonido insistente de la alarma no es nada gratificante. Muchas veces he querido tomarme unas vacaciones, pero todos esos pensamientos quedan a un lado cuando recuerdo mi triste realidad. Debo trabajar durante el día en la panadería familiar y en las tardes en el restaurante. Este último fue una medida extrema que tuve que implementar para ganar dinero extra y poder costear los medicamentos de mi madre. Entre mi padre y yo nos dedicamos a trabajar fuertemente para poder salir adelante y mantener a flote la panadería. Muchos de mis amigos no estuvieron de acuerdo en que desaprovechara la gran oportunidad de trabajar en una de las empresas más reconocidas del país. No es que quiera ser presumida, pero siempre fui la mejor de mi clase y me gradué con honores. El motivo de su enfado fue que rechace esa gran oportunidad para poder trabajar hombro a hombro con mi padre, ya que mi madre no podía por su estad
Las horas pasan y al fin hemos terminado de asistir a todas las citas que mi madre tenía programada para hoy. —Cariño, me siento un poco cansada. —espeta mi madre con cansancio—, vamos a sentarnos un momento para reponer un poco de fuerzas. La tomo de la mano para dirigirnos a una cafetería que se encuentra a escasos metros de nosotras. —Está bien mami, vamos a comer algo. —la tomo del brazo para cruzar la calle—. Aprovechemos ya que tenemos cerca una cafetería. Ella asiente y caminamos los pasos que nos llevaran hasta el lugar. Una vez entramos al establecimiento tomamos asiento en la mesa más cercana. Al poco rato se acerca a nuestra mesa una joven para tomar nuestros pedidos, por el hecho de que mi madre no puede consumir tantas harinas solo pide un sandwich, pero este es con pan integral junto a un jugo de mora. Por mi parte pido sandwich de pollo y un vaso de jugo de mora igual que mi madre, según palabras textuales de ella eso ayuda a subir la hemoglobina. Mientras esperamo